por Mikel Sagarduy
18/enero/2.000
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Las dos próximas salidas que tiene el Glorioso, Málaga y Barcelona, se me antoja que van a tener la oscura, tenue y delgada silueta de la derrota. Por eso, los puntos del pasado domingo me han parecido lo más importante de la temporada; por la forma en que se consiguieron (bien es cierto que se hizo una gran primera mitad, pero también una habitual mala segunda), puesto que a la postre hubo mucha suerte, pero además corta una racha negativa que permite al Deportivo enfocar las siguientes tres jornadas más tranquilo. De entre Depor, Valencia, Málaga y Barcelona había marcado como partidos susceptibles de ser vencidos, los dos de casa, esto es: Depor y Valencia. De haber perdido ayer, un drama interno era evidente.
¿Por qué tengo tanto miedo a las dos próximas salidas? Porque son dos encuentros en los que, no ya para ganar, sino solamente para puntuar o no caer goleado con estrépito, hay que tener un notabilísimo doble balance. Es decir, no a a valer con salir al campo como habitualmente sale el Deportivo Alavés fuera de casa, a ver qué pasa o a aguantar los primeros minutos y a partir de si ha habido suerte o no, o bien de si el rival tiene su tarde o se encuentran espesos, maniobrar. No. El equipo y sobre todo su entrenador tendrán que plantearse que tanto el balance defensivo como ofensivo van a ser determinantes a favor, si se encuentran equilibrados a
lo largo del partido. En Málaga salir solo a defenderse es pecado mortal y sólo atacar es apostar por Catanha como maximo artillero al final de liga. Suerte que este domingo no estará ante nosotros.
El conjunto que dirige Peiró y que prepara fisicamente el ex-albiazul José Luis Gilabert, juega muchísimo al fútbol. De medio campo para adelante tiene un equipo de lujo si te metes atrás te bombardean y si les das terreno a la contra matan. Por eso el partido requiere de un despliegue físico especial, de un comportamiento táctico ejemplar (repliegues y salidas concertadas) y, en definitiva, de una madurez que sinceramente creo que nuestro equipo está lejos de alcanzar.
Ahora bien, en defensa, sobre todo por el centro, con Larrainzar y Bravo, son vulnerables, mucho más que en cualquier otro conjunto. En banda forman dobles parejas que atacan mucho, pero que no defienden demasiado, sobre todo si no se les contrarresta: la derecha la forman Rojas (pequeñito pero buen lateral que fue de lo poquito que se libró en Mendi en la famosa eliminatoria de Copa contra el Madrid), que no jugará por cumplir ciclo de amarillas, y el incordiante Rufete (velocidad, regate, buen centro y mejor disparo), mientras que por la izquierda se encuentra una de sus revelaciones, como es Valcarce (tambien ex-madridista y pequeño, pero bascula para arriba y abajo incansablemente y con rapidez durante los noventa minutos) y el interior Agonstinho, que es muy parecido a Rufete, pero más rápido.
Arriba, qué decir: Edgar, que no es goleador ni punta nato, pero que hace goles y abre huecos a Catanha; y de éste no digo nada más que esto: 15 goles , pero que no jugará por acumulación de amarillas. Su puesto lo cubrirá Darío Silva. En el medio, Movilla, que es, con perdón, una auténtica ladilla y De los Santos, que es una mezcla de Redondo y Astudillo. Taparles a ellos es tapar el 75% del Málaga.
Sin embargo, la baja de Catanha se va a notar, aunque tengan dos buenísimos suplentes, como Darío Silva, que ya demostró su valía el año pasado con el Espanyol, y Luque, un futbolista salido de la cantera del Barça que si le dan continuidad va a ser un futbolista importantísimo.
Tampoco se me puede pasar por alto, en favor de nuestro equipo, que el club andaluz donde se muestra más vulnerable es precisamente en la Rosaleda. De nueve partidos jugados en su feudo solo ha ganado tres, empatado cuatro, aunque solo haya perdido dos. Contrasta que fuera haya conseguido 14 puntos por los trece de casa. Es el equipo que más puntos ha logrado fuera después del Deportivo de la Coruña, pero es que menos ha conseguido en casa, salvo Racing y R. Madrid (con tres partidos menos).
En el plano institucional, hay que indicar que el Malaga C.F. desapareció en el 92. En la década de los 80 derrocharon muchísimo dinero en un fútbol que no contaba con los ingresos de la tele, ni con la venta de productos oficiales, ni tampoco con la publicidad actual, en jugadores como Lauridsen, Hassan (el portero marroquí de bastante prestigio) y la repesca del "Boqueron" Esteban, que les llevo a quedar excluídos del plan de saneamiento por el que la LFP se hubiera hecho cargo de 1250 de los 2500 millones adeudados; solo quedaban dos meses para el cumplimiento de los 60 años del club. Reaparecieron en tercera llamandose CD Málaga y abandonaron la categoría dos años después para volver a ella al año siguiente. Al final pudieron salir y regresar a Segunda gracias al "petardazo" que pegó el Talavera, de Gregorio Manzano, en el último partido de play-off.
Actualmente, no parecen haber escarmentado de los derroches pasados e invierten autenticas fortunas en jugadores. Como, por ejemplo, los 800 "kilos" desembolsados ¡en Segunda! por De los Santos y Ruano, los 600 de Musampa (el rey de las multas de tráfico que en tres meses de estancia en la Costa del Sol ha recibido media docena de sanciones), que fue del Ajax al Girondins y ahora el Málaga lo quiere traspasar o los 1100 millones por Contreras, Rojas, Edgar y Sanz.
También es cierto que tienen una gran masa social, 17000 socios, se hicieron hasta que se vieron obligados a cerrar este capitulo por seguridad, ya que aunque el viejisimo campo cuenta 40000 localidades entran bastantes menos con los nuevos planes de seguridad.
Aunque parece lo más probable que el dinero llegue de manos de su presidente Puche por la "via B". El hombre paso alguna noche que otra a la sombra por presunto tráfico de tabaco americano, aunque salió con fianza y todavia no ha ocupado plaza en el banquillo.
En el terreno anecdótico, apuntaré que el club malagueño cumple 20 temporadas en Primera, que cuenta con un premio Zamora en la persona de Deusto y que su mayor goleada en la Rosaleda fue en el 53, 6-0 al R. Madrid.
Por otra parte, sus actuales jugadores reciben varios premios: al Cangrejo Rojo (Eso es un Catanha en el norte de Brasil) le dan un jamon cada vez que uno de sus goles sirve para llevarse los tres puntos mientras que Movilla recibio el premio "locomotora del año" como mejor jugador del año pasado.
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