Informaciones sobre el Deportivo Alavés

El primer partido normal

03/12/2003 - 00:00 - Enviada por fidel
Han hecho falta catorce jornadas de liga para que podamos ver, por fin, un partido normal del Alavés fuera de casa. Entiéndaseme lo de normal: no lo es, aunque podría llegar a serlo, el que el equipo marque tres goles fuera. La normalidad a la que me refiero es más "de guión". El partido empezó siendo duro para el Alavés o, viéndolo desde el otro lado, el equipo de casa intentó ahogar a base de presión a uno de los mejores equipos de la categoría. Es lo que hacía el Alavés en Primera, intentar ahogar a rivales de más calidad teórica a base de presión, presión y presión. Sin embargo, en una jugada de calidad, los de Mel consiguen adelantarse en el marcador, y terminan imponiendo su ley de equipo mejor con el partido de cara ante un rival peor y presionado por el marcador. Es un argumento que encaja en lo que se espera del Alavés este año: se las pueden hacer pasar canutas, pero tiene argumentos de calidad para poder desequilibrar en momentos determinados, y dispone también de un poso defensivo que permite afrontar los partidos con ciertas garantías atrás. Si luego el equipo contrario se queda con un hombre menos -en una expulsión fruto del desarrollo del partido favorable a los albiazules-, pues mejor.

Viendo el primer gol albiazul no pude menos que acordarme del gol que esta misma jornada le sirvió al Madrid para empatar con Osasuna. Si allí Beckham le puso un balón excelente a Ronaldo y ése sacó petróleo de esa pelota, aquí Astudillo le puso un buen balón largo a Iván Alonso, y éste resolvió con un buen disparo lejano la situación. En El Sadar solucionaron la papeleta dos de los mejores jugadores de la Primera División. En El Ejido se adelantó el Glorioso con una acción de dos de los jugadores con más caché de la Segunda División.

¡Ojo, que el equipo lo pasó mal por momentos! Lloréns pudo adelantar al Poli Ejido, y el mismo ex-albiazul pudo propiciar el empate. Es normal que los demás jueguen. Pero es que el Alavés jugó también lo suyo, justo en el partido en el que faltaba el creador oficial de juego del equipo. La baja de Pablo obligó a buscar una solución de emergencia, y le tocó al jugador de más calidad de la plantilla, De Lucas, suplir al gasteiztarra como persona al mando. Y se notó la presencia del catalán, un jugador joven, con la ambición en el mundo del fútbol casi intacta: joven y ambicioso, mirando hacia adelante. Pablo, veterano y con todo hecho ya en el mundillo del balompié, ha encontrado su complemento.

Ahora le toca a Mel la papeleta de elegir. ¿Tendrá narices para mantener el modelo de creación de juego en el equipo que pudo verse en Ejido cuando el marcador y el partido se pusieron de cara? He aquí un nuevo reto a la personalidad del técnico. De momento, con la victoria en tierras almerienses, Mel ha conseguido algo importante: tiempo y crédito. El partido del domingo tuvo todos los elementos para poder ser recordado en un futuro como el punto de inflexión de un Alavés que, por fin, se puso a la labor de subir.