Glorioso 4 - Peñarol 2: Perfilando el once inicial para la liga
21/8/2005 - 01:30 - Enviada por fidel
El Deportivo Alavés se impuso por cuatro tantos a dos al Peñarol de Montevideo en el penúltimo amistoso de pretemporada de la escuadra albiazul antes del inicio de liga el próximo sábado ante el FC Barcelona. El partido, marcado por la lluvia durante partes del mismo, mostró varias caras de un Alavés que sigue en construcción, ante un rival que se suponía podía estar cansado por la acumulación de partidos en las últimas fechas pero que fue de menos a más a lo largo de los noventa minutos.
El retornado Chuchi Cos puso en liza un equipo muy similar al que inició el partido del miércoles ante el CA Osasuna, con Juanito y Sarriegi en el centro de la zaga, Edu Alonso y Poli en bandas, Wésley y Astudillo en la medular, y los clásicos De Lucas, Navarro, Bodipo y Nene.
La iniciativa del juego correspondió de inicio al Alavés. El Peñarol, lento, apenas ponía dificultad al juego albiazul, canalizado por Wésley hacia las bandas. Pronto llegó el primer tanto, cuando Bodipo culminó un pase de Rubén Navarro. Poco después, De Lucas anotaba el segundo en lo que parecía podía ser un recital de goles por parte gasteiztarra, que no llegó en parte por la espesura de los puntas albiazules en algunos momentos y por la reacción, de menos a más, de la escuadra manya, a la que costó tres goles -nueva asistencia de Navarro, nuevo tanto de Bodipo- entrar en el choque.
Una indecisión de Bonano facilitó que Peñarol acortase distancias gracias a un tanto de Jean Pierre a la salida de un corner. La alegría gualdinegra duró poco, ya que Wésley, en la única ocasión en que decidió tirar a puerta en lugar de pasar la bola a los puntas -el brasileño dio un recital de pase en la primera mitad- coló el balón por la escuadra oriental, en un auténtico golazo.
En la segunda mitad, los cambios acabaron con la sensación de equipo por parte albiazul, lo que permitió crecer a Peñarol y dejó el brillo local reducido a detalles de calidad o destellos de genio. Cambios de orientación hechos por Mena y Jandro, trabajo por un Juanito que volvió a ser adelantado para jugar como pivote con Astudillo primero y Jandro después, un par de buenos tiros lejanos de Mena, algún buen movimiento de un, por lo demás, fuera de sitio Aloisi... detalles de un Alavés que vio cómo Peñarol empezaba a acercarse con método hasta las inmediaciones de su área. Un lento Coromina vio cómo se le escapaba Pizzichilo hasta forzar el penalti cometido por Ardouin. Cedrés anotó el castigo para colocar el 4-2 final. Antes, Nene y Correa se fueron a la calle, al revolverse el brasileño tras una entrada dura del uruguayo, lo que ocasionó una pequeña tangana bajo la lluvia en el centro del campo. Nene había tenido varios rifirrafes con su marcador Ramírez.
De esta forma, el Alavés consiguió sacar adelante un partido con poco brillo, ante unas gradas semidesiertas y un rival digno, adjudicándose el Trofeo Stevenson cuando su rival el próximo sábado se adjudicaba al Supercopa. Sigue perfilándose el equipo, que va mostrando poco a poco cuáles pueden ser sus armas cara al inicio liguero.
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