Real 2 - Glorioso 1: Naufragio ante la clase media

El Deportivo Alavés cayó por dos tantos a uno ante la Real Sociedad en un gris encuentro celebrado bajo la lluvia en Anoeta. Los de Cos realizaron un partido gris ante una Real poco brillante, que supo sacar partido de su efectividad a balón parado. Los gasteiztarras se mostraron un punto por debajo en velocidad que sus rivales, y eso fue suficiente para que los de Cos apenas creasen peligro.

Los albiazules perdieron pronto cualquier opción de poner nerviosa a la Real aguantando el resultado. Seguro que la foto desde arriba de Anoeta -que es muy arriba- en la jugada previa al primer gol donositarra podría resultar ilustrativa, con Kovacevic recibiendo la bola en el área solo ante Sarriegi. El control del serbio y su intento de encarar a Bonano terminó en penalti y en gol realista.

Con casi todo el partido por delante, parecía que el Alavés podría entonarse y enderezar la situación. Una internada de Jandro con pase atrás desde las inmediaciones de la línea de fondo, con remate de De Lucas, parecía anunciar este resurgir, pero no fue así. Un Alavés más lento y menos preciso que la Real no conseguía llegar cerca de Riesgo, mientras que tanto Poli como Edu Alonso se las veían y deseaban para contener los intentos realistas por ambas bandas.

De nuevo a balón parado, la Real ponía el 2-0 antes del descanso, y obligaba al Alavés a rehacer el equipo. Iniciada la segunda mitad, Cos sentó a un gris Rubén Navarro para dar entrada a Téllez, empujando hacia arriba a Juantio y a Jandro. Antchouet ocupón la plaza de Nene, y Arthuro la de Jandro, pero el equipo seguía, pese a conseguir encadenar varios saques de esquina, sin hilvanar juego ofensivo de peligro.

Ya en el descuento, De Lucas consiguió anotar a balón parado. Era tarde, y no hubo tiempo para más. El Alavés, que fue capaz de mantener a raya al campeón vigente, caía merecidamente ante el equipo que empazaba la jornada como colista. Una derrota triste, como todas, y que reabre el capítulo de las dudas en un equipo que parece hecho para grandes gestas pero que no ha funcionado bien ante un rival poco brillante.