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Glorioso 0 - Mallorca 3: El Alavés pierde crédito

05/12/2005 - 02:34 - Enviada por fidel
Había ganas de volver al ver al Glorioso en Mendizorroza tras un mes de exilio competitivo, y quizás por eso la decepción tras el mal partido y el pésimo resultado cosechado por los de Cos ante otro de los equipos de la zona baja de la clasificación antes del choque. Un Alavés ultraofensivo en nombres se mostró incapaz de poner en apuros la meta contraria y vio cómo, pese a encajar tres tantos, su jugador más destacado volvió a ser el portero Costanzo, el único protagonista del choque al que la gente cantó. Bueno, casi, ya que en los últimos minutos los cánticos de una parte del público coreó el "Piterman Kanpora" que parece será la banda sonora de los finales de partido albiazul hasta que el conjunto gasteiztarra remonte el vuelo en la clasificación.

La debacle albiazul vino condicionada por la debilidad mental mostrada por un conjunto plagado de jugadores veteranos en estas lides. Cos recuperó a Téllez y Juanito para el centro de la defensa, y probó con Lacen por la maldita banda izquierda de la zaga, la posición que lleva años buscando un albiazul que la domine. Delante, Astudillo compartía con Jandro el eje del equipo. Bodipo caía en banda derecha, Nene por la izquierda, con Rubén de enganche y Aloisi como referencia ofensiva.

La leve presión inicial local -un tiro de Rubén Navarro al filo del cuarto de hora- pronto naufragó ante la ordenada presión de los de Cúper. El Mallorca puso a prueba hasta en tres ocasiones a un Costanzo soberbio que, finalmente, vio batida su meta por Víctor en el descuento de la primera mitad, tras un despiste en cadena del centro de la zaga local.

La puntilla llegó a los siete minutos de la reanudación, cuando Víctor de nuevo anotó ante la pasividad de la zaga local. El Alavés desapareción del partido, presa de una incapacidad para reaccionar ante la doble adversidad, en medio de una intensa lluvia que dificultaba el control de la pelota. Bodipo perdido por la derecha, Aloisi aislado, Nene controlado en la izquierda, donde, más atrás, Lacen sufría intentando contener el juego balear, cargado por esa banda... Una volea de Iuliano a la salida de un corner ponía el 0-3 a falta de veinticinco minutos para el final. Ni la entrada de Wésley ni el debut de Thiaw sirvieron para variar el curso de una historia pintada en negro para los gasteiztarras. Luego llegaron los silbidos, los gritos y abucheos, la impotencia que se veía en el campo traspasada a una grada que mostraba su cansancio por no haber visto aún a su equipo ganar en casa en lo que va de torneo, mientras el simultáneo mostraba la oportunidad que se estaba dejando escapar de salir del pozo.

Tras el partido, el equipo regresa a los puestos de descenso, aunque siguen a corta distancia de los puestos seguros de la tabla. La ilusión generada tras la victoria en San Mamés y la derrota por la mínima en El Sadar ha quedado en cuarentena. Será el Calderón donde pueda empezar a rehacerse un crédito dilapidado en buena parte bajo la intensa lluvia de la tarde-noche de este domingo.