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Villarreal 3 - Glorioso 2: Nueva ocasión perdida de salir del pozo

05/3/2006 - 11:41 - Enviada por fidel
El Deportivo Alavés vuelve a la zona tenebrosa de la clasificación tras haber tocado con la punta de los dedos el segundo tercio de la tabla durante buena parte del choque que le enfrentó al Villarreal en tierras castellonenses. Los de Luna hicieron gala de alguna de sus virtudes -velocidad, acierto cara al gol- pero acabaron pereciendo fruto de errores propios y de la capacidad futbolística del rival, encarnada en esa especie de divinidad balompédica congeladora del tiempo que es Juan Román Riquelme.

El regreso anunciado de Gaspar constituyó la única novedad en el once albiazul, que se desplegó sobre el Madrigal con la configuración habitual los últimos meses, con cuatro jugadores atrás, dos pivotes, tres hombres más avanzados y Aloisi en punta. Sin lugar a prolegómenos, los primeros minutos se jugaron con un ritmo endiablado. El partido se puso pronto de cara para los gasteiztarras. Bodipo recibó el balón en la zona izquierda del ataque visitante, se deshizo de dos contrarios y puso el balón al centro del área, donde Aloisi acertaba a rematar por delante de la defensa, aunque habilitado por una de las víctimas de los quiebros de Bodipo, que rompía el fuera de juego. Un tanto brillante, que abrió una fase de dominio local, por momentos agobiante -la posesión de balón rondaba el 70-30 para los amarillos- pero que era contrarrestado por el orden y la atención defensiva alavesista. Riquelme buscaba constantemente a Forlán, quien solía encontrarse, a la hora de la verdad, en fuera de juego.

El escenario cambió a la media hora de partido. Un corner lanzado por Riquelme desde la derecha de la meta de Costanzo se fue cerrando de manera que el arquero albiazul se encontró el balón sobre línea de gol y lo acabó despejando hacia dentro de su marco. Una combinación de gol olímpico y cantada mundial ponía el empate en el marcador y abría partido nuevo con una hora por delante.

El partido se equilibró a la par que el marcador. El Alavés cargaba su juego por la derecha, con un De Lucas dinámico, mientras que por la izquierda Nené no conseguía encontrarse a sí mismo, y menos al balón. Un pase profundo de Juanito encontró a De Lucas solo ante Viera, y el remate del catalán, pese a ser desviado por el meta azulejero, acabó en el fondo de la red local. El propio De Lucas, ya en el descuento, volvió a escaparse por banda derecha pero no acertó con el pase atrás a un Bodpipo que esperaba solo para jugarse la resolución de la jugada.

Tras el descanso, llegaron unos minutos de agobio por parte local. El Alavés se vio obligado a ceder terreno ante un rival que buscaba la conexión Riquelme-Forlán, que no funcinó. Los albiazules, con Lacen de inicio ocupando la banda izquierda, apenas conseguían salir del último tercio del campo. El orden gasteiztarra acabó resquebrajándose cuando la sociedad rival pasó a ser Riquelme-Franco. Un corner desde la izquierda del área de Costanzo fue cabeceado de manera a priori defectuosa por Guillermo Franco. Riquelme apareció, libre de marca, en el segundo palo de la menta visitante y batió sin problemas a Costanzo, con media hora aún de partido por delante. Los albiazules acababan del sacar del partido a Bodipo, dando entrada a Georgiev, y perdían así una baza ofensiva que, con el empate, parecían necesitar.

Con el empate, el Alavés seguía siendo capaz de retener al Villarreal en juego abierto, aunque no fue capaz de solucionar los problemas a balón parado: a falta de diez minutos para el final, un servicio desde la derecha del ataque amarillo fue rematado casi a placer por Guillermo Franco a las mallas visitantes, colocando el 3-2 en el marcador sin apenas tiempo de reacción. La entrada de Jandro en los minutos finales contribuyó a que el equipo albiazul acabase pisando el área de Viera, aunque sin llegar a hacer peligrar la muy trabajada victoria amarilla ante un Alavés que pagó caros sus errores.