por Mikel Sagarduy
8/septiembre/1.999
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Próxima estación: Valencia. Un equipo con problemas como local contra otro que no demuestra solidez en sus salidas. El equipo ché suma cero puntos, es el tercer equipo más goleado de campeonato y no conoce la victoria. Héctor Súper se ha quedado de momento en Héctor Cúper, ya que de momento se le están acumulando los imprevistos. Valdano en la 96/97 dejó Mestalla a la tercera jornada, nada más empezar la competición, y Cúper, que lo sabe, anda preocupado tansmitiendo a sus pupilos la necesidad de vencer al Glorioso.
El técnico argentino construye sus equipos desde atrás, dotándoles de una gran solidez defensiva de la que es responsable no solo la zaga, si no el trabajo de todo el bloque. Y es precisamente en esa faceta donde está teniendo los mayores problemas. El esquema del argentino es muy exigente. Mientras que con su antecesor Ranieri el trabajo defensivo recaía sobre una veterana y retrasada zaga de cinco hombres, Cúper ha eliminado un central para dotar al equipo de un media punta más e involucrar a todo el equipo tanto en labores ofensivas como defensivas.
Esa pretendida movilidad no es problema para los jóvenes de medio campo (Albelda, Mendieta, Angulo, Farinós) pero cuando te encuentras con una zaga que suma ciento treinta y dos años (Angloma 34, Djukic 33, Roche 31 y Carboni 34) jugando en línea vienen los problemas, máxime al no contar con un libre que, mediante coberturas, achique las posibles vías de agua.
Abundando en la comparativa con Ranieri, el actual Valencia no explota tanto la búsqueda del Piojo en balones largos, sino que elabora más en el centro del terreno, busca la llegada por bandas y se apoya en un media punta (Farinós) que antes no existía.
Llaman también la atención los hombres que ocupan generalmente plaza en el banquillo. Gerard, Kily González, Ilie y Oscar no están teniendo su oportunidad, aunque pronto la tendrán de seguir así las cosas.
Por otro lado, bien es cierto que en este inicio de temporada han demostrado tener dos caras, puesto que en la Supercopa tuvieron una actuación destacable, arrebatándole el título al millonario Barça, y la previa d ela Liga de Campeones la pasaron sin problemas ante el Happoel Haifa. El Glorios tendrá muchos problemas, sobre todo si Ibón Begoña (resignadamente, lo doy como titular) se empareja con su hombre clave, Mendieta. Además, el precedente del año pasado no deja lugar a las dudas: sin hacer un mal partido salimos goleados, producto de cuatro combinaciones entre el citado Mendieta y el Piojo López.
En cuanto a la afición, sigue todo igual que el año pasado. Sin títulos, abarrota domingo tras domingo Mestalla. Con la Copa y la Supercopa se ha desatado la euforia. El club hizo un esfuerzo económico importante para mantener a sus hombres más destacados del año pasado, y han aumentado las expectativas con la llegada del Kily y la entrada en la Liga de Campeones. Los 9.000 millones de presupuesto obligan al club a mantenerse entre los cinco primeros de la liga, pero siguen tenienod algún handicap, desde mi punto de vista: han de combatir los excesos de euforia y las decepciones que por esas tierras viven por igual, han de renovar una defensa excesivamente veterana y de reducir el número de fichajes excesivamente caros e inútiles realizados por parte de la secretaría técnica.
Para acabar, aventuraré un posible once: Cañizares, Angloma, Pellegrino, Roche, Faggianni; Mendieta, Albelda, Farinós, Angulo; Juan Sánchez y el Piojo.
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