Informaciones sobre el Deportivo Alavés

Villarreal 1 - Glorioso 0: los jugadores del Glorioso, uno por uno

26/11/2001 - 11:46 - Enviada por Asier
Esta semana hemos podido ver y apreciar cómo nuestro Deportivo Alavés tiene, claramente, su base en la defensa. En el Madrigal vimos a un Alavés, que dejaba todas sus responsabilidades sobre las mismas posiciones: la zaga. Otxoa debutó, en un partido malo, difícil, precisamente no el mejor para estrenarse en la categoría de honor. Aún y todo, supo mantenerse entero en varias ocasiones. Palermo pudo con él en la mayoría de los balones altos, y fue desbordado en más de una vez por los jugadores levantinos; pero supo, como digo, mantenerse tranquilo, sin caer en la insensatez y el nerviosismo lógico de un debut.

Por otra parte, se dejaron ver varias lagunas en defensa, seguramente por la colocación de Colocho en esa posición central más a la derecha; en lo cual por cierto no entendí a Mane, ya que no sacó, incompresiblemente por mi parte, a Kanu en lugar de a Juan Cruz Otxoa. La ausencia de Óscar también fue notable en varias ocasiones, ya que se echaba de menos esa pizca de agresividad que tanto suele criticarse.

Karmona, el mejor del partido seguramente, dio solidez a la defensa, que ni con esas logró concentrarse en un partido que desde el primer minuto se veía que se alejaba de nuestras manos. Geli, a su vez, supo incorporarse ligeramente a la medular, pero la incesable presión de los villarrealenses impedía a nuestro lateral jugar con tranquilidad.

La medular fue muy descuidada, sin apoyar a la defensa como suele ser habitual, y privando así a la zaga de esa confianza necesaria, sobre todo en un partido como el de Villareal. Astudillo no recuperaba tantos balones como nos tiene acostumbrados y Pablo no organizaba a su equipo de buena manera. Jordi, pasó muy desapercibido en casi toda la primera parte, aunque de vez en cuando dejaba relucir algún que otro destello. Por lo que respecta a Ibon Begoña, decir que lo vi en todo momento desconectado, fuera del partido, sin concentración. Intentaba conseguir balones, jugarlos con los compañeros, pero, aunque alguna vez acertó, no estuvo nada afortunado.

Magno, como siempre, revolucionando. Esto puede parecer positivo, pero realmente, causaba nerviosismo en el equipo. Realmente hay que decir que fue el que más ganas echaba, el que más corría, y al único que vi con intención de sacar algo bueno de El Madrigal. Rubén Navarro es un problema continuo al que no veo solución. Da la impresión de que vino a Gasteiz pensando que era un crack, una estrella, intentado sorprender a todo el mundo con su juego; pero, todo lo contrario, el único que da un duro por él es Mané, que cada partido que pasa es más incomprendido, en ese aspecto al menos; ya que, con Vucko fuera de la convocatoria, sacar a Iván en el minuto 40 es poco comprensible.

En fin, otra vez será...