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Glorioso 0 - Mallorca 4: Notas personales sobre el partido

27/1/2002 - 15:04 - Enviada por fidel
Cero a cuatro. Un soberbio sopapo en casa. Si últimamente ir a Mendizorroza es un ejercicio de masoquismo, lo de esta tarde ha sido una sesión de terapia con el Marqués de Sade. Era para ver la cara de la gente que iba llegando tarde y preguntaba, con ojos como platos, "¿que vamos 0-2?". Pues íbamos cero a dos, y todavía entraba gente.

Este Mallorca, sin ser un equipo brillante, ha sacado a la luz todos los defectos de los alavesistas. No creo que el equipo sea tan malo como lo que marca ese resultado ante uno de los colistas. Pero tiene sus limitaciones, y ante los baleares salieron a la luz muchas de ellas.

Por ejemplo, lo que se suele decir de "controlar el partido hasta que está maduro" se convirtió en "no saber por dónde hincarle el diente al equipo colorado". El "trabajo de desgaste de los delanteros" queda a las claras que es, en realidad, "no hacemos un gol ni al arco iris". Nos damos cuenta de que el equipo menos goleado es también, por desgracia, uno de los menos goleadores. En defensa la solidez se convierte en espesura. En el centro del campo, con el cerebro desertando, le toca pensar al músculo, con lo que ello conlleva. En ataque nos damos cuenta de lo que significa eso de la "pertinaz sequía". En definitiva, la peor cara de un equipo que se está caracterizando por conseguir un rendimiento sobresaliente de unos medios limitados.

Al final vamos a tener que mosquearnos con el Ajax. Nos mandan dos jugadores y uno se tira una semana perdido por Nigeria y el otro se tira medio año perdido por Vitoria. Lo de Witschge empieza a no tener nombre. Salvo unos minutos interesantes en Anoeta, su aportación al equipo está siendo pobrísima. Ante el Mallorca lo ha tenido todo: galones de mando, un escudero de lujo -Turiel- y noventa minutos para demostrar lo que tiene dentro. Y tiene peligro, pero para el equipo propio. Mané ha tenido que mandarlo para la banda, y retrasar al Pulpo. De fallar, cuanto más lejos de la portería propia, mejor. En definitiva, que el triunfador del partido de hoy ha sido Pablo.

Lo del ataque alavesista es muy, muy preocupante. Esta bien que los delanteros luchen, que aporten en tareas defensivas, que hagan juego de equipo... pero si de paso marcan goles, pues mejor. Y los delanteros del Glorioso no marcan. Navarro brilla de vez en cuando, Iván Alonso apenas juega, Vucko tiene que bajar a zonas más cálidas a por la bola, Magno quiere pero casi nunca puede... desolador. El equipo apenas pisa el área contraria, y si lo hace su efectividad es muy pobre. Ante el Mallorca un gol en la primera parte, o al inicio de la segunda, hubiese metido al equipo en el partido. Pero parece que un gol es un lujo que el Glorioso no se puede permitir. Este equipo saca petróleo de los goles que hace, pero parece que los yacimientos se están agotando.

Evidentemente, el equipo sigue estando muy arriba, pero los problemas que han aflorado ante el Mallorca estaban ahí, aunque la concentración del equipo, su seriedad atrás y, por qué no, una pizquita de suerte estaban maquillando los defectos. Se trata ahora de volver a las raices, recuperar las cualidades que han hecho de este Alavés el equipo grande que es. Es trabajo de vestuario. Quizás Mané tenga que quitar algunos elementos que no le están haciendo ningún favor al equipo. Me refiero a los ganchos de colgar huevos.