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Glorioso 1 - Valencia 2: Los errores maldicen Mendizorroza

06/2/2002 - 15:36 - Enviada por fidel
Nueva posibilidad albiazul de encaramarse al liderato, nuevo partido en Mendizorroza, nuevos errores, nuevo batacazo. El Alavés volvió a tropezar en piedras propias y terminó pagando caros dos deslices defensivos y no pudo salvar los muebles con un error en ataque. Mendizorroza se ha convertido en un mal trago que jugadores y aficionados han de pasar cada dos jornadas, y esta vez el que ha salido beneficiado ha sido un Valencia que ha presentado su candidatura a romper con treinta años de sequía liguera. Demasiado premio para un juego poco vistoso -el de los valencianos- pero inapelable por la secuencia de errores y aciertos en un choque que empezó con tres minutos trepidantes y terminó con ochenta y tantos de pasión albiazul.

Y eso que la cosa empezó bien, con una combinación que Begoña convirtió en un excelente centro al que Astudillo, llegando desde atrás, transformó en un tempranero gol que amenazaba con destrozar cualquier planteamiento previo. El Alavés había conseguido ponerse por delante, aunque en menos de un minuto un error en un pase en la medular dejó el balón a De los Santos, que convirtió ese regalo en el empate. Minuto 3 y partido nuevo.

Durante unos minutos se pudo ver cómo afrontaban ambas escuadras el partido: el Alavés abriendo el campo, con Astudillo y Begoña pegados a la línea de banda, intentando sobreponerse a la presión valencianista. Ambos equipos con un punta claro, Navarro y Carew, en funciones más de fijar a las defensas y de intentar aprovechar cualquier error que de desarrollar un verdadero trabajo ofensivo, difícil por solitario. Este planteamiento le dio fruto al Valencia, porque Lloréns y Kike no acertaron a sacar un balón largo, pese a tener todo de cara, y porque Carew, uno de esos delanteros que suele quemar el Valencia -Illie, Sánchez...- aprovechó su titularidad para robar la cartera a lateral y portero y colocar, pasada la media hora, el 1-2 que terminó por ser letal.

Porque ese gol puso la cosa como los de Benítez querían. Una vez más, al Alavés le tocó tomar de su propia medicina, y encontarse con un rival ducho en controlar el partido a base de buen orden defensivo y juego de desgaste cuando el marcador se pone de cara. Y los alavesistas volvieron a mostrar su carencia principal en esta temporada: la falta de gol. El primer tiro entre palos de la segunda mitad fue el penalti que le paró Cañizares a Lloréns, y corría ya el minuto 87. Para ponerse de los nervios. Y no fue por intentarlo: Mané fue incorporando delanteros -Magno, Alonso, Vucko- y el equipo intentó alguna que otra jugada de estrategia en las faltas que Puentes Leira tuvo a bien señalar en las inmediaciones del área de Cañizares. Pero el trabajo del Valencia impidió que el juego alavesista fuese fluido, amén de desquiciar a algunos jugadores locales, que se llevaron alguna tarjeta más de las que el partido mercía.

En definitiva, que una vez más el mal de altura ha cobrado su factura al Alavés en Mendizorroza, dejando en evidencia las carencias de un equipo que tiene tan poco acierto que no puede permitirse fallos. ¿Pagará esta vez la minuta el Málaga? La solución, el domingo.