Informaciones sobre el Deportivo Alavés

Glorioso 0 - Betis 1: Notas personales tras el partido

18/2/2002 - 00:00 - Enviada por fidel
No va bien la cosa. La derrota de ayer ante el Betis ha terminado por meter al equipo en un estado de crisis, del que tiene que salir cuanto antes, porque la dinámica de derrotas empieza ya a estar bastante marcada, y porque no parece que las medidas que Mané toma surtan efecto.

¿Pedíamos más delanteros? Hubo más delanteros. ¿Pedíamos a Vucko? Tuvimos a Vucko. ¿Que no se puede esperar al final para hacer cambios? Dos jugadores de refresco casi al inicio de la segunda parte. Muchos cambios, pero una constante: la derrota tras una repetición más del quiero y no puedo en que se está convirtiendo este año 2.002 -con la esperanzadora excepción del día de Riazor- para nuestro Glorioso. Ni siquiera la concentración invernal ha dado, de momento, los frutos esperados.

Quizás el principal riesgo que corre el equipo es el de la desmoralización. La espiral de derrotas y los problemas cara al gol, que ya son alarmantes, pueden pesar en los próximos partidos cuando la cosa se ponga cuesta arriba. De hecho, ayer, cuando se encajó el 0-1, seguro que por la cabeza de jugadores y público pasó la idea del "¡otra vez!". La situación clasificatoria, que es una garantía -no nos vamos a engañar- puede contribuir paradójicamente a empeorar la situación. Ya le voy oyendo dos veces públicamente a Jordi comentarios del estilo de, más o menos, "siendo el Alavés y estando donde estamos podemos perder partidos". Quizás ese estado de ánimo se termina traduciendo en que, pese a pelear los partidos, se está un punto por debajo del nivel que el equipo tenía en los momentos más brillantes de la primera vuelta. El pasado año, la sensación de objetivo cumplido se produjo a partir de Kaiserslautern, y el equipo no dio pie con bola en los últimos diez partidos. Este año, parece que el liderato ha tenido un efecto parecido, aunque no creo que el equipo se pueda permitir una vuelta entera de hacer el indio.

Por tanto, hay que espabilar. La forma de jugar del equipo no es muy diferente de la que se tenía cuando se iba líder. Sobra algún despiste atrás -el equipo es humano, pese a todo- y falta el escaso acierto que había entonces -ahora hay sequía goleadora, pero lo que se dice inundaciones no ha habido nunca- y faltan, sobre todo, la confianza en las propias posibilidades y el hambre por conseguir objetivos, cualidades que en su momento dieron alas al equipo y cuya falta parece haber puesto plomo en las botas albiazules. Es un momento para que Mané saque a relucir sus dotes de sicólogo, porque me da la impresión de que el mal de este Alavés hoy está más en las cabezas que en las piernas.

Y el sábado, el Bernabéu. Hay que ser optimistas: un buen partido ante los madridistas ayudaría en la recuperación; marcar algún gol sería una inyección importante de ánimo y ganar espantaría los fantasmas pesimistas que puedan rondar por el vestuario albiazul. Nunca el equipo tuvo tanto que ganar en un partido. O así debería de plantearse el asunto. Y sin miedo a perder.

Por lo demás, volvió a gustarme Begoña, que vive su mejor momento de la temporada y que le pone casta como nunca. También tuvo buenos momentos Téllez, justo el que no estuvo en Marbella. y Kike recuperó su buena línea de actuación. Lo demás, gris. Y encima, con un frío de narices en la grada. ¿Quién dijo que el fútbol no era atractivo?