Informaciones sobre el Deportivo Alavés

Glorioso 1 - Zaragoza 1: Aferrados a lo improbable

05/2/2004 - 17:47 - Enviada por fidel
Deberíamos estar acostumbrados. Con el Alavés las leyes no rigen, al menos las de las probabilidades. No es probable que un equipo de Segunda División llegue a semifinales de Copa. Es menos probable que lo haga dos veces en menos de una década. Tampoco es probable que en un partido con juego bastante duro haya solo cinco tarjetas. Mucho menos lo es que dos de ellas las vea el mismo jugador, Turiel, aunque, y en eso pasó lo más probable, el expulsado acabó siendo un jugador del equipo de inferior categoría. Incluso, en este caso, tampoco es probable que un árbitro resista la tentación de arreglar el error, pese a que en dos jugadas posteriores a esa expulsión, sendos jugadores del equipo de superior categoría, previamente amonestados, hicieron faltas a atacantes del equipo rival que cortaron jugadas ofensivas. En fin, que Alavés y Zaragoza empataron a un gol en el partido de ida de la semifinal de la Copa del Rey, un resultado que deja la eliminatoria abierta para el partido de vuelta, aunque con ventaja para el conjunto maño, por el valor doble de los tantos en campo contrario en caso de empate.

Puestos a ser justos con las leyes de la probabilidad, tampoco es frecuente que, cuando un equipo tira apenas una sola vez a puerta en todo el partido, anote, y el Alavés tampoco puso en demasiados apuros al meta Láinez. El gol albiazul llegó pronto, cuando en una de las jugadas llevadas por banda culminó en un excelente centro de Edu Alonso que Vucko mandó a la malla maña tras un primer remate de Iván Alonso. No era ni el minuto veinte y el Alavés volvía a poner contra las cuerdas a un Primera, a quien controlaba con un excelente trabajo de contención de todo el equipo y a quien intentaba desarmar desde las bandas, con la aportación ofensiva de Coira y el recuperado Sietes.

La entrada en la segunda mitad de Movilla por parte zaragozana no solucionó el atasco creativo de los de Víctor, como tampoco lo hizo la aportación entre líneas de Dani, el otro refuerzo invernal del conjunto de La Romareda. El Alavés iba llevando con soltura el encuentro, trabajando la presión sobre el rival, cuando a falta de un cuarto de hora, una acción de Turiel cortando un ataque visitante hizo que el malacitano viese su segunda amarilla. El Alavés, con diez hombres, realizó un disciplinado trabajo defensivo hasta casi el final del partido, cuando una internada de Villa propició que Savio pudiera anotar el tanto de la igualada, un auténtico jarro de agua fría para jugadores y seguidores alavesistas, que vieron cómo su trabajo defensivo no les permitía encarrilar la eliminatoria y les dejaba ante la tesitura de tener que anotar en Zaragoza para mantener vivo el sueño copero.

Le tocará al Alavés intentar, pues, ganar en campo del rival del superior categoría, algo que no los apostadores considerarían improbable. Pero, a estas alturas de la función, y cuando el Alavés hace cosas con tan poca probabilidad de que sucedan como alinear a suplentes ante equipos de Primera, o hacer debutar a un jugador del filial en una semifinal de Copa sin que medien lesión o sanción, o dejar un cambio sin hacer cuando tu equipo se ha pegado una paliza de órdago durante todo el partido, y con toda ellas se siguen teniendo todas las opciones, ¿a alguien le puede preocupar en el entorno albiazul el tener que vencer a las probablidades?