Circunstancias atenuantes

Como al final lo que cuentan son los resultados, habrá que convenir en que llevamos una racha mala que confirma en la clasificación el bajón anotador del equipo. Estos últimos partidos parecen, además, avalar la tesis de que como este equipo no abrume y se quede en normalito, lo lleva claro.

Ante el Valladolid, a De Lucas no le pitan un penalti al final, lo que no priva al árbitro de decirle aquello de "tranquilo, que vais a subir de todos modos". Mientras tanto, un punto que se queda en la gatera. Ante el Recre el otro día, nos hacemos el gol en propia puerta. Otro punto en el limbo. Este sábado, nos meten un gol tras una falta bastante evidente sobre Abel, y no nos pitan un penalti a favor por una mano bastante clarita algo más tarde. Uno, si no tres, puntos que se queda(n) en el reino de lo que pudo haber sido y no fue. O sea, que el Glorioso más ramplón del año se queda en cero de nueve puntos, aunque podían haber sido tres, e incluso cinco, de nueve.

Evidentemente, son circunstancias del juego que estos tres últimos días nos han pintado en contra. Pero nos podían haber pintado a favor en alguna de las ocasiones, con lo que el peor Glorioso del año podría haber rascado incluso una bonita cifra de puntos.

Es todo un aviso a navegantes: hay que ser brillantes para que no se queden pelos en la gatera. Pero también es una llamada al optimismo: con poco más de imponderables a favor se podría haber sumado, incluso mucho. Que no nos venza el pesimismo. Pero que no se duerma nadie, que a este equipo, cuando dormita, el universo se confabula para que los sueños se le vuelvan pesadillas.